Elegías de Bierville

En Las elegías se funden, potenciadas por la soledad y la falta de historia del paisaje de Bierville, tres realidades muy diferentes que se convierten casi míticas: el yo del poeta, el de su pueblo y una Grecia que es patria común, a la que el poeta se gira ahora que se encuentra sin la patria que le es propia. Se trata, de hecho, de una aventura espiritual, representada a través de un viaje al pasado que el recuerdo potencia, con una imagen preferente, el mar, y que se cierra en la elegía penúltima de la recopilación, que ha sido considerada una especie de canto espiritual, con el reencuentro de la propia identidad y de la divinidad personal de Dios y también de la colectividad. Esta dimensión religiosa que hasta entonces no tenía la poesía de Riba penetró profundamente en todo su pensamiento,